La Semana Santa Marinera

Las primeras noticias escritas sobre las procesiones con que la Valencia marinera conmemoraba la Semana Santa datan de principios del siglo XVIII, al Grao, donde noticias no certificadas documentalmente las remontan a los tiempos de San Vicenç Ferrer en el siglo XV.

 
Desde entonces, cuando se acerca la primavera, los vecinos del Grao, el Canyamelar y el Cabañal se preparan para celebrar su fiesta principal en sus parroquias, calles y casas. Allí revivirán los episodios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo a través de un programa repleto de actas que recoge una manifestación de religiosidad popular que sorprende el público multitudinario que la contempla.

 
Inicialmente, las procesiones incluían imágenes del Nazareno, el Cristo y la Virgen Dolorosa. Esta trilogía de imágenes es la manifestación más clara de la conexión entre la Semana Santa Marinera y el mar.

 
Los marineros, cuando resistían los embates de los temporales sobre sus barcas, se veían representados al sufrimiento del Nazareno cargando con la cruz hacia el calvario. La Dolorosa plasmaba el dolor de las mujeres esperando noticias de los maridos que se encontraban en medio de una tormenta. El Cristo clavado en la cruz, imagen de la muerte más dolorosa y cruel, recuerda a quién se encomiendan cuando ruegan por los familiares ahogados en el mar.

 
La presencia de estas tres imágenes en las procesiones, acompañada de la representación de personajes bíblicos por los mismos miembros de las cofradías, recordaban y recuerdan los fieles algunos de los últimos momentos que vivió Cristo en la Tierra. Los episodios más emotivos son el Via crucis por la mañana del Viernes Santo, los encuentros con la Virgen María, cuando Verónica limpia el sudor de la cara de Cristo y el descendimiento de la cruz.

 
La Semana Santa Marinera en el siglo XX

 
En el primer cuarto del siglo XX, aparecieron nuevas cofradías con nuevos grupos escultóricos que representaban momentos diferentes de la pasión y muerte de Jesús. Por este motivo, los organizadores de la Semana Santa decidieron celebrar tres procesiones en que participarían conjuntamente todos los colectivos de la festividad.

 
Al atardecer del Jueves Santo tiene lugar la Visita a los Monumentos: las hermandades visitan las parroquias acompañadas únicamente por los golpes sordos de los tambores. Viernes Santo por la noche tiene lugar el Santo Entierro: todos los colectivos con sus respectivas imágenes, iluminadas y adornadas con flores, componen una auténtica catequesis plástica. A mediodía del Domingo de Pascua tiene lugar el Desfile de Resurrección, la cual pose un alegre y colorido broche final a las celebraciones.

 
Estos tres actos colectivos tienen lugar en las calles de las feligresías de las iglesias de Santa María de Mar, Nuestra Señora de Roser, Cristo Redemptor-San Rafael y Nuestra Señora de los Ángeles. Las iglesias acogen también las diversas procesiones organizadas desde el Viernes de Dolor hasta el Domingo de Pascua.

 
Al contemplar las diferentes procesiones, al visitante que las vea por primera vuelta le llamará la atención la repetición de imágenes. Se trata de una reminiscencia histórica que recuerda cuando el Marítimo estaba dividido en tres núcleos de población: el Grao, el Canyamelar y el Cabañal, cada uno con su propia iglesia y, por supuesto, con sus propias procesiones.

 
Cada año, la Semana Santa vuelve a la Valencia marinera de la mano de la primavera. Entonces, el Marítimo vuelve a rejuvenecer: su gente y su historia se hacen presentes de nuevo en las calles. Una fuerza invisible resurge y anima los vecinos de un pueblo nacido al lado del mar a prepararse para revivir un legado transmitido de generación en generación.

 
Esta tradición, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, está compuesta por 32 cofradías. Destacan tres procesiones entre los numerosos actos:

 
• Jueves Santo (6 de abril del 2023) es la Visita a los monumentos, también conocida como la tamborada, porque las bandas que acompañan a Hermandades y Cofradías solo tocan los tambores. Este día se visitan las casas donde se guardan imágenes tradicionales, convertidas así en capillas.

 
• Viernes Santo (7 de abril de 2023) es el Santo Entierro, el acto principal de esta conmemoración religiosa. Predomina el silencio y el recogimiento, junto con el sentimiento religioso. Los cofrades llevan ropa oscura como muestra de luto.

 
• Domingo de Resurrección (9 de abril del 2023) es el Desfile. Este acto colorista único en el mundo expresa la alegría de la Resurrección con un paso multicolor en que los resucitados contemplan el paso de las hermandades sin imágenes. Hay encuentros de imágenes desde primeras horas de la mañana.